PALABRA DEL COMANDANTE DAVID EN EL IPN

Hermanos y hermanas, maestros, estudiantes y trabajadores de esta institución.
Hermanos y compañeros, jóvenes y estudiantes en general.
Hermanos todos.

Somos pues una delegación de la C. G. Del EZLN que hemos recorrido 12 estados de nuestro país hasta llegar a la capital, trayéndonos consigo el mandato de nuestros pueblos y dirigentes indígenas de Chiapas y de todo México; hemos venido a exigir hasta conseguir el reconocimiento constitucional de los derechos y la cultura indígenas, es decir, conseguir la aprobación de la iniciativa de ley de la COCOPA en materia de derechos y cultura indígenas que recoge los puntos más importantes de los Acuerdos de San Andrés, donde está contemplado las voces y las demandas de los pueblos indios de México.

Durante nuestra marcha de la dignidad indígena desde Chiapas hasta el Zócalo capitalino, hemos recibido el apoyo y respaldo de millones de hermanos indígenas y no indígenas de todo el país haciendo suya nuestra causa, como también miles de hermanos y hermanas de diferentes países del mundo que nos han brindado su apoyo y solidaridad en distintas maneras.

Ahora llevamos con nosotros las voces de millones de hermanos de los diferentes sectores sociales de todo el país y de otros países hermanos, todos deseosos que se consiga el reconocimiento constitucional de los derechos indios que durante más de 500 años no ha ocurrido. Lo que estamos pidiendo con esto los pueblos indígenas no es ninguna separación de nuestra nación, no es construir otra nación dentro de una nación, no es fraccionar a la nación como algunos dicen, no es imponer nada a nadie, no es dominar ni explotar a nadie.

Lo que pedimos y lo que necesitamos los pueblos indígenas no es un lugar grande ni un lugar chico, sino un lugar digno dentro de nuestra nación; un trato justo, un trato de iguales, ser parte fundamental de esta gran nación; ser ciudadanos con todos los derechos que merecemos como todos; que nos tomen en cuenta y nos traten con respeto a nosotros los indígenas; que no nos traten como personas de segunda o de tercera clase; que no nos consideren como estorbos para el desarrollo de una nación como hasta ahora nos han considerado.

El reconocimiento constitucional de los derechos y la cultura de los pueblos indios es la puerta que conduce hacia la armonia y a la convivencia fraterna y respetuosa de las diversas culturas que compone nuestra nación.

La libertad, la justicia, el derecho y el respeto mutuo es lo que hará posible construir la verdadera paz con justicia y dignidad. Pero nunca habrá sin justicia:

¡Democracia!

¡Libertad!

¡Justicia!

Desde el Instituto Politécnico Nacional
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena- Comandancia General del
Ejército Zapatista de Liberación Nacional

Comandante David
16 de marzo de 2001.