Palabras del Comandante Tacho en Puebla.

Febrero 27 de 2001.

Hermanos y Hermanas la Delegación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, nos dirigimos a ustedes con todo el respeto que se merecen y decirles que reciban nuestro saludo, para todas y todos ustedes.

Así también saludamos a nuestros hermanos y hermanas indígenas del mismo estado de Puebla que el día de hoy se encuentran en esta ciudad capital.

Hermanos y hermanas todos; les decimos que esta Delegación se dirige a la ciudad de México para dialogar con el Congreso de la Unión para conversar a que se plasme ya en la Constitución mexicana la Ley elaborada por los cuatro principales partidos políticos de los Derechos y las Culturas Indígenas, elaborado por la Comisión de Concordia y Pacificación COCOPA.

Por eso vamos a México a dialogar con el poder legislativo, pero también queremos decirles que también ustedes, la sociedad civil, ha jugado un papel que nos admira y no sólo a respetamos y nosotros los zapatistas estamos convencidos que la participación de a Sociedad Civil Nacional e Internacional de nuestra parte tienen todos y todas nuestro respeto y admiración, nuestras causas nos unen.

Estamos conscientes que esta sociedad civil ha jugado un papel imprescindible, nos ha demostrado que también quiere luchar, esta sociedad civil nos habló su palabra y nosotros le escuchamos y como prueba de ello aquí estamos con ustedes, y decirles a que nos acompañen otra vez más a exigir el cumplimiento y reconocimiento de los Acuerdos de San Andrés, sobre los Derechos y Cultura Indígena y también para exigir el cumplimiento de las tres señales demandadas al gobierno del señor Vicente Fox el 2 de diciembre pasado del 2000, por eso les pedimos que este acompañamiento que desde 1999 sus pasos nos acompañan para caminar juntos.

Somos capaces lo hemos demostrado, tenemos razón exigiremos todos juntos, indígenas y no indígenas juntos con toda la sociedad civil mexicana, acompañados por otros países hermanos, tenemos confianza en ustedes hermanos y hermanas de la sociedad civil nacional e internacional.

Vamos pues hermanos a que este país México reconozca a los descendientes indígenas y de todos aquellos que hemos sido desplazados, humillados y marginados, puestos en el olvido por más de quinientos años, a conocer la suerte de matarnos con la pobreza y el desprecio, el olvido como si los más de 70 millones de pobres no habitáramos este país, nuestro país que es México.

Hermanos de la sociedad civil ya es tiempo de decir ¡ya basta! de humillación, ya basta de guerra genocida que con la muerte silenciosa nos hicieron, es tiempo hermanos y hermanas del estado de Puebla de decirles a estos gobiernos, alto a la discriminación de pobreza: que como seres humanos tenemos derecho a tener una vida más digna, más humana y más justa, es por eso que todos juntos hagamos realidad las condiciones de vida que merecemos, es nuestra hora hermanos de la sociedad civil, es tiempo ya que seamos tomados en cuenta, no es justo ser pobres en un país tan rico, con todos sus recursos naturales, por eso es innegable y que les quede claro a esos que se nombran gobierno que ya no van a poder olvidarnos, a esta gran mayoría de pobres que habitamos en nuestro país México.

Que todos debemos ser tomados en cuenta y decidir el rumbo de la vida del país que queremos, para todo esto es necesario el reconocimiento de nuestros derechos de todos los mexicanos que vivimos en estas lindas tierras mexicanas. Sin pobreza, sin miseria, sin marginación, sin la muerte expresada en el olvido, sin la muerte por enfermedades curables.

Es por esto que nuestro país México debe reconocernos en la Ley nuestros derechos políticos, sociales, económicos y culturales en donde todos estemos incluidos y en donde todos seamos tomados en cuenta y se nos respete como lo que somos.

Hermanos de la ciudad de Puebla, vamos pues a defender nuestros derechos que nos corresponde y no sólo somos merecedores, y tenemos derecho a ejercer lo que como buenos mexicanos y mexicanas nos corresponde.

Acompáñenos en nuestra marcha, a sumarse a defender nuestros derechos, el derecho de todos los mexicanos. Es toda nuestra palabra.

Ciudad de Puebla, México, febrero de 2001.
Gracias