25 de febrero de 2001

Discurso del Comandante Tacho, en Tuxtla Gutiérrez.

Hermanos y hermanas de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado de Chiapas. Por mi voz habla la voz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Hermanas y hermanos indígenas que se encuentran aquí presentes y los que por medios nos están escuchando, queremos decirles que esta delegación del EZLN, Comandancia General, se dirige a la ciudad de México pasando por varios estados de la República Mexicana para hablar a que nos acompañen y se sumen a nuestra marcha para llegar al Congreso del Poder Legislativo, a que los primeros Acuerdos de San Andrés sobre derechos y cultura indígena se haga Ley en la Constitución Mexicana. Los pueblos indios de México hace más de 500 años en la historia de nuestro país fuimos víctimas del desprecio y el olvido por el hecho de ser indígenas. Sin embargo, somos los descendientes originarios que poblaron estas tierras mexicanas, y hasta el día de hoy todavía no se reconoce nuestros derechos indígenas, ni mucho menos hemos sido tomados en cuenta a lo largo de estos 500 años. El día de hoy de nuevo les decimos YA BASTA del olvido de estos más de 500 años. Hoy para eso vamos, para eso nos dirigimos al Congreso de la Unión, para decirles que nuestra nación reconozca nuestros derechos de todos los pueblos indios de México en la Constitución Mexicana, Ley madre de nuestro país México.

Vamos al Congreso de la Unión para decirles que no queremos separarnos de nuestro país. Queremos que nos tome en cuenta y que nos reconozca como somos y que seamos respetadas.

También vamos a decirles a los senadores y diputados del poder legislativo que como pueblos indios de México no queremos morir ya en el olvido, queremos vivir todos los indios de México como humanos, como descendientes de los primeros que llegaron a estas tierras. Como descendientes, hemos demostrado que podemos vivir, que podemos organizarnos, que como indígenas tenemos la capacidad de dirigirnos nosotros mismos. A lo largo de la historia, hemos demostrado que también somos capaces de encabezarlos con el mandar obedeciendo a nuestros pueblos. Por esto vamos a hablar con nuestra palabra, queremos que nos den un trato más digno, más humano, con todos los derechos que de por sí nos corresponden. No vamos a que nos tengan compasión o lástima por el hecho de ser indígenas. Vamos a hablar con el Congreso porque somos merecedores y a decirles que aquí estamos. La mayoría de los pueblos indígenas mexicanos no queremos limosnas ni sobrantes ni migajas. Queremos que se reconozca nuestros derechos como pueblos.

También vamos a decirles al pueblo de México y el mundo que no queremos morir ya en el olvido, ni mucho menos bajo una guerra de exterminio.

Tampoco queremos morir o matar en una guerra.

Si nosotros nos alzamos en armas indígenas zapatista es que no nos dejaron otro camino. No hicimos la guerra, para que nos han escuchado los poderosos. Nos escondimos la cara para que nos vean. Y así nos escucharon y nos vieron.

Pero no queremos la guerra, no queremos matar muriendo.

Queremos vivir y ser felices. Nuestra esperanza es más grande que nosotros porque el mañana florezca en todos los pueblos indios de México la justicia, la libertad y la democracia.

Hermanos y hermanas indígenas del Estado de Chiapas. Les hacemos un llamado a que nos acompañen en nuestra marcha a la capital mexicana, a que se sumen nuestro llamado para que seamos reconocidos como pueblos indígenas en la Constitución de todo México.

Es toda nuestra palabra.

Gracias.

25 de Febrero del 2001.