Comunicado del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General
del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
México.

7 de noviembre de 1997

Al pueblo de México:
A los pueblos y gobiernos del mundo:
A la prensa nacional e internacional:

Hermanos y hermanas:

Con relación a los últimos acontecimientos en el suroriental estado mexicano de Chiapas, el CCRI-CG del EZLN declara:

Primero. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional condena enérgicamente la emboscada del 4 de noviembre de 1997, en el municipio de Tila, en contra de una comitiva encabezada por los obispos Samuel Ruiz García (también presidente de la Comisión Nacional de Intermediación) y Raúl Vera López, en la que resultaron heridos de bala los campesinos José Pedro Pérez P., José Vázquez P., y Manuel Pérez P. Repudiamos también el atentado contra la señora María de la Luz Ruiz García, hermana del obispo Samuel Ruiz, sucedido en San Cristóbal de las Casas el 6 de noviembre de 1997.

Segundo. El EZLN recuerda también a la opinión pública las decenas de asesinatos contra indígenas y los miles de desplazados que han provocado en Los Altos y el norte de Chiapas los grupos paramilitares apoyados por los gobiernos federal y estatal.

Tercero. El EZLN se solidariza con la diócesis de San Cristóbal y con la Conai en la nueva escalada de agresión múltiple que enfrentan.

Cuarto. La emboscada contra el presidente de la Conai y el atentado contra su hermana deben ser entendidos como parte de una etapa más de la guerra en el Sureste mexicano. Se trata de calcular los costos políticos y sociales de resolver con violencia, y mediante atentados criminales, las demandas de los pueblos indígenas rebeldes.

Los recientes atentados tienen el objetivo de hacer llegar al EZLN un mensaje gubernamental claro: Ni mediación, ni diálogo, ni Paz.

Así, estos acontecimientos no hacen sino confirmar las continuas advertencias del EZLN y de organismos no gubernamentales respecto de que el gobierno federal prepara la solución militar del conflicto y no tiene intención alguna de caminar por la vía del diálogo y la negociación.

Una vez más se demuestra que la violencia proviene de los gobernantes y no de los rebeldes zapatistas.

Quinto. El gobierno de Ernesto Zedillo sigue su guerra contra los pueblos indígenas zapatistas. Así lo confirman las recientes declaraciones del llamado "comisionado de Paz" del gobierno federal, Pedro Joaquín Coldwell, en las que reitera que la estrategia gubernamental para Chiapas es administrar y alimentar el conflicto de modo que se pueda presentar a la opinión pública como una guerra entre indígenas, una división interna del EZLN, una disputa EZLN-diócesis de San Cristóbal, una "pérdida de control" o una "radicalización" de la dirigencia zapatista. Todo esto ya lo hemos oído antes, siempre como preludio de una acción militar en contra nuestra.

Sexto. Nuevamente la guerra se cierne sobre la nación. Los que calculan bajos costos se equivocan. Todo se vendrá abajo.

Séptimo. Sabemos bien lo que sigue después de las amenazas contra la mediación. Estamos listos.

 

¡Democracia!
¡Libertad!
¡Justicia!

Desde las montañas del Sureste mexicano.

Subcomandante Insurgente Marcos

CCRI-CG del EZLN.

México, noviembre de 1997.