14 de diciembre de 1995

Al ciudadano ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. México, D.F.

Señor Cárdenas Solórzano:

Por órdenes de nuestro comando supremo, el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, le escribo estas líneas.

Es de todos conocida su trayectoria honesta y su compromiso en la lucha pacífica por la democracia, la libertad y la justicia en México. No pocas veces ser consecuente en esta lucha le ha ganado acusaciones de intransigente y radical. La historia va poniendo, tarde o temprano, a cada uno en su lugar. Hoy su figura se hace más grande y recuerda a todos sus reclamos en contra de aquel que defraudó a la nación mexicana. A su voz, que no pocas veces estuvo sola, se suma ahora la de millones de mexicanos demandando verdad y justicia. Imposibilitados para hablar, nosotros hubimos de alzarnos en armas y seguir el mortal camino de la guerra para demandar lo mismo que usted y los suyos demandan: democracia, libertad, justicia. Ahora nos encontramos acorralados por la soberbia y el armamentismo del poder. Por eso hemos pensado pedirle a usted que nos haga el favor de llevar, a la tribuna pública de la nación, nuestra voz que demanda justicia y verdad. Anexa a la presente encontrará usted la demanda del EZLN en contra de Salinas de Gortari y sus cómplices. Le pedimos que la haga saber al pueblo de México y a quien usted considere pertinente.

Vale, salud y que la afrenta se lave como es ley, es decir, con verdad y justicia.

¡Democracia!

¡Libertad!

¡Justicia!

Desde las montañas del Sureste mexicano por el CCRI-CG del EZLN,

Subcomandante Insurgente Marcos