Palabras del Comandante David,

San Andrés Sacamch’en, Chiapas, 21 de abril de 1995.

Hermanos todos y compañeros y compañeras de todos los pueblos:

Queremos decirles a todos los presentes, sobre todo a los que no hablan nuestra lengua tzotzil. Los compañeros que acaban de hablar les han hecho saber qué es lo que está pasando ahora. Nosotros, como delegados del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, estamos cumpliendo a lo que nos comprometimos en el primer encuentro de San Miguel, municipio de Ocosingo. Es una seña más de que nosotros, como indígenas, sabemos cumplir a lo que nos comprometemos con el fin de buscar una salida política al conflicto que se vive en Chiapas y que también tiene una repercusión nacional. Queremos darles a conocer, entonces, de que nosotros seguiremos, con paciencia, esperando de que la representación del gobierno federal busque la manera entonces de responder positivamente a nuestros comunicados que acabamos de emitir. Nosotros seguiremos dando el ejemplo, seguiremos dando muestras de nuestra buena voluntad de buscar una paz verdadera, una paz con justicia y dignidad, como ha manifestado nuestro pueblo: lo que todo México lo pide, lo que todo mundo lo pide, una paz con justicia y dignidad. Pero no una paz de humillación, no una paz que desde hace muchos años nos han venido predicando, que realmente no entendemos qué tipo de paz, mientras nuestros pueblos no tienen ningún derecho, no tiene todo lo que le hace vivir dignamente como pueblo. Por eso, entonces, seguimos en espera de que el gobierno cumpla de su parte. Nosotros aquí vamos a seguir esperando. El gobierno trata de romper el diálogo, trata de buscar pretextos, -como ahora pone como pretexto la presencia de miles de nuestros hermanos indígenas. De esta manera, creemos que, una vez más, se burla de nosotros, se burla de todos los pueblos indígenas de todo México. Por eso, queremos decirle a todos nuestros hermanos, nuestros hermanos indígenas de todo México, -y también a los no indígenas pero (que) también desean una paz verdadera, una paz con justicia y dignidad- para que todo el mundo sepa de que nosotros, los zapatistas, estamos luchando para buscar una vida más justa, más digna para todos. Pero si el gobierno nos trata de hablar con doble cara, nosotros no estamos de acuerdo, porque siempre nos ha tratado de esa manera, y una vez más tenemos la señal más clara: nosotros les cumplimos a la hora y en la fecha en que nos comprometimos. Y vamos a seguir esperando, hasta que el gobierno dé muestra de su voluntad, de que quiere buscar una salida política al problema. Nosotros creemos en nuestros compañeros, nuestros hermanos indígenas que estaban haciendo el cinturón. Ahora se les acusa de que son gentes acarreadas, de que son gentes, -son hombres y mujeres-, que se trajo con engaños, con mentiras. Y tratan nuestros pueblos como si fueran niños pequeños que todavía no saben caminar solos, que solamente si alguien los lleva de la mano, ahora sí, allí van, arrastrándose como animales. Eso rechazamos totalmente, de que no es cierto. Si alguien quiere preguntar a nuestro pueblo, si el mismo gobierno quiere preguntarle a nuestra gente que está presente, que le pregunten: ellos tendrán la respuesta. Por eso les decimos a los que han venido con el fin de colaborar en el cinturón de seguridad: tengan esa paciencia también, como nosotros la estamos teniendo, la paciencia (de estar) esperando la delegación del gobierno federal. Todos deseamos una vida digna, una vida justa; y es así, creemos que solamente con paciencia, con ánimo, se puede lograr algún día. Por eso queremos decirles, también, que no vamos a seguir permitiendo que se sigan burlándose de nosotros. No vamos a permitir que nos sigan humillando como siempre nos han hecho. Queremos decirle al mundo que eso se acabó. Y nuestra lucha seguirá en pie. Y nuestra lucha tendrá sus pasos, pero seguros. Por eso, queremos que todos lo sepan: que nosotros los zapatistas, que nosotros los indígenas, tenemos derecho, tenemos dignidad, y lo vamos a defender. Nosotros arriesgamos nuestra vida; no les tenemos miedo a los que quieran obstaculizar el paso de nuestra lucha. Pero nos damos cuenta que si el gobierno pone en pretexto la presencia de miles de indígenas, lo consideramos que sí, le tienen miedo a los hombres, le tienen miedo a las mujeres y los niños que están presentes, mientras nosotros, en medio de sus soldados, en medio de sus fuerzas armadas, podemos estar en un diálogo, podemos pasar con el fin de buscar una paz verdadera. Por ejemplo, aquí en el pueblo, en lugar de retirar sus soldados lejos del pueblo, lo interna más pa' dentro. Esta es la verdad, compañeros, ésta es la verdad, señores. Pero no le echamos tanto al ejército federal, porque los que manda es el gobierno. También sabemos que muchos, lo que son ahora elementos del ejército federal, son indígenas, son hijos de campesinos, son de nuestra raza; lo que pasa (es que) muchas veces por la gran necesidad de buscar una manera de vivir, y una manera de ganar dinero para su familia, para sus hijos, buscan la manera. Como en México no existe empleos que donde se da un salario justo, donde sí se da es en el ejército: se le sube el salario, y más que un trabajador, que un obrero, eso sí, lo sabemos claro. Y también, sabemos que el ejército federal están bajo órdenes, cumplen órdenes superiores, que es el presidente de México. Por eso, creemos que todo lo que está pasando en Chiapas responsabilizamos el supremo gobierno. Pero sí, tenemos claro que aún existe mucha gente, mucha gente honesta, mucha gente consciente, mucha gente que quiere la paz, mucha gente que quiere vivir con dignidad. Mucha gente quiere vivir como personas, eso sí lo tenemos claro. Pero sobre todo nuestros pueblos indígenas y nuestros hermanos indígenas, que todo mundo lo sabe cuáles son las condiciones de vida. Pero muchas veces el gobierno ha querido esconder la verdadera situación en que viven los pueblos indígenas. Por eso el mundo desconoce muchas veces cuál es realmente las condiciones de vida de los pueblos indígenas. Quisiéramos pedirles a los que todavía no se han dado cuenta cómo son las condiciones de vida del pueblo indígena, nos gustaría que nos acompañen a vivir unos años, unos meses por lo menos. Pero que vivan como nosotros, que coman como nosotros, que se duerman como nosotros, que trabajen como nosotros. Yo creo que es la única manera para saber, para entender, para comprender cómo es la situación inhumana de los pueblos indígenas. Desgraciadamente, mucha gente se ha dejado llevar por las mentiras de los que tienen el poder, de los que tienen el dinero. Pero tenemos esperanza de que mucha gente se van a dar cuenta; mucha gentes se está dando cuenta cuáles son las causas del problema que el Ejército Zapatista se levantó en armas el primero de enero de 1994. Las condiciones, las causas, todo mundo ya lo sabe, porque los hemos dado a conocer y lo seguiremos dando a conocer, para que todo mundo lo sepa, que es así esa causa justa por la cual nos levantamos en armas, vamos a seguir defendiendo, vamos a seguir luchando por esa misma causa. Nuestra lucha nada ni nadie podrá detener, porque es la lucha de todos los pueblos indígenas, la lucha de todos los pobres, la lucha de todos los mexicanos honestos, de todos los pueblos que quieren una paz verdadera. Es así les pedimos a todos de que estén conscientes de que si no hay una respuesta de las demandas justas del pueblo, al pueblo no lo van a callar nunca, mientras no se mejoren sus condiciones de vida. Por eso, entonces, les pido a todos mis hermanos y compañeros -de los que han venido de los pueblos-, entonces, a los que también nos acompañan, (que) con el esfuerzo, con el sacrificio de todos, vamos a poder dar paso al diálogo. Tenemos esperanzas. Esperamos que mañana el gobierno tenga respuesta a lo que ya manifestamos en su comunicado. Así es que tengan paciencia, tengan esa seguridad de que junto con ustedes, de que junto con nuestros hermanos en los diferentes lugares, vamos a seguir tal paso, a lo que todo mundo desea, que es la paz justa y digna para todos. Pues esa es mi palabra, que luego van a pasar otros compañeros para hablar en tzotzil a los que se van a retirar en estos momentos, que les va a explicar un poco. Pero antes, hay algunos compañeros que van a tomar la palabra.