Al pueblo de México:

A los pueblos y gobiernos del mundo:

A la prensa nacional e internacional:

El Comité Clandestino Revolucionario Indígena‑Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional declara lo siguiente:

Primero.‑ En respuesta al ultimátum del señor Ernesto Zedillo dado el día 5 de febrero de 1995 en la ciudad de Querétaro, Querétaro, decimos:

1. El señor Ernesto Zedillo se ha decidido ya. Puesto a escoger entre, por un lado, favorecer la transición pacífica a la democracia, defender la soberanía nacional, cambiar de rumbo en el brutal camino actual de la economía nacional y dar una solución, digna y justa, a las demandas de los indígenas mexicanos; y, por el otro lado, encabezar la reacción, continuar con el saqueo de nuestras riquezas para beneficio del bolsillo extranjero, seguir con el programa económico basado en la mentira y satisfacer el ansia de venganza de los finqueros y grandes comerciantes en el Sureste mexicano, puesto a escoger, el señor Zedillo ha optado por ser humilde y servil con los poderosos, y ser altanero y soberbio con los humildes.

2. El señor Ernesto Zedillo ha puesto un ultimátum a las fuerzas rebeldes del EZLN. Inmediatamente ha recibido el aplauso y la adhesión de los señores de horca y cuchillo en Chiapas, el apoyo de los usurpadores de gobierno en el Sureste y la satisfacción del gran capital extranjero.

3. El EZLN ha dado continuas muestras de su disposición al diálogo. Constancias de esta voluntad pueden ser testimoniadas por los representantes gubernamentales para la solución al movimiento armado del EZLN.

4. Ahora, inexplicablemente, cuando la representación del EZLN afinaba los detalles para una nueva entrevista con los delegados gubernamentales y entre las comunidades indígenas que apoyan nuestra justa causa se empezaban a discutir ya los puntos de agenda para el diálogo en puerta, recibimos este ultimátum.

5. El EZLN lamenta este sorpresivo giro en la disposición del Ejecutivo federal. El EZLN no baja la cabeza ante las amenazas. Durante años vivimos así amenazados por los grandes señores y sus ejércitos privados. Cansados de esto nos alzamos en armas para exigir lo que es razón de cualquier ser humano en cualquier parte del mundo: la libertad, la democracia y la justicia. Bajo amenazas no hablaremos, responderemos a las intimidaciones reforzando nuestra decisión de llegar hasta las últimas consecuencias para conseguir una solución satisfactoria, digna y justa a nuestras necesidades.

6. El señor Zedillo pretende hacer cómplice al Congreso de la Unión en el uso de la fuerza militar para enfrentar nuestra causa. Amparado en un Congreso mayoritariamente priísta, el señor Zedillo quiere obtener el aval legal para suspender las garantías individuales, declarar el Estado de sitio y autorizar el empleo masivo e indiscriminado del Ejército federal en contra de los indígenas insurrectos.

7. El diálogo que pretendía el mal gobierno es teniendo al EZLN de rodillas. Se equivoca, desde el lo. de enero de 1994 vivimos de pie. De pie hablaremos o de pie pelearemos, de pie viviremos o de pie moriremos.

8. La entrega de las riquezas del subsuelo nacional, especialmente el petróleo, es lo que está en el fondo de la actual decisión gubernamental. En altas esferas gubernamentales de México y de Estados Unidos es de conocimiento la existencia de ricos yacimientos petrolíferos de alta calidad en las tierras chiapanecas. El EZLN es un estorbo para los planes de traición del supremo gobierno. Este es el precio del préstamo: deberá ser cubierto con sangre mexicana, y con sangre indígena especialmente, para saldar la deuda.

El supremo gobierno prepara el golpe criminal, prepara a los medios de comunicación, a los poderes Legislativo y Judicial, a sus fuerzas armadas y sus paramilitares. El EZLN prepara la resistencia. No hay ya diálogo. El mal gobierno llama a las armas para hablar.

Segundo.‑ El día de hoy, 9 de febrero de 1995, a partir de las 16:00 horas centenares de tropas del Ejército federal tomaron posición en las cabeceras municipales de San Andrés Sacamch`en, Simojovel y Sabanilla y reforzaron con miles de soldados las guarniciones de Ocosingo, Altamirano y Las Margaritas. Minutos más tarde, el mal gobierno anunció, a través de una transmisión radiofónica y en voz del señor Ernesto Zedillo Ponce de León, una serie de declaraciones y amenazas en torno de nuestro EZLN y nuestra justa causa.

Tercero.‑ Respecto de la detención de unas personas en la ciudad de México y en el estado de Veracruz que, se dice, pertenecen a EZLN, estamos a la espera de datos de esas personas para poder aclarar si se trata o no de miembros de nuestro ejército. Como oportunamente lo ha señalado en comunicados anteriores, el EZLN siempre ha reconocido que tiene fuerzas en otros estados del país, pero todas están atenidas a la orden de este CCRI-CG del EZLN de no realizar operación militar ofensiva alguna en contra de ninguna fuerza gubernamental ni de sus instalaciones.

Cuarto.‑ Respecto de la seria acusación que hace el señor Zedillo contra nuestro EZLN señalando que nos negamos al diálogo y preparábamos una serie de actos violentos para extender nuestro territorio, declaramos firmemente que es una falsedad. La disposición al diálogo y a una solución justa y digna al conflicto ha sido demostrada en las declaraciones de nuestros dirigentes y en las acciones de distensión acordadas con el secretario de Gobernación en el encuentro del 15 de enero de 1995. En todo momento el EZLN ha dado muestras de su disposición a una salida política, justa y digna, al conflicto. El supremo gobierno, en boca de su representante Esteban Moctezuma Barragán, no hizo sino mentirle al pueblo de México y mentirnos a nosotros.

El EZLN niega rotundamente que haya estado ganando tiempo o preparando acciones bélicas que rompieran su decisión de cese al fuego ofensivo por tiempo indefinido mientras la negociación para una tregua estable se desarrollaba. La tardanza en la respuesta del EZLN a las comunicaciones gubernamentales obedece a la consulta que se debe realizar entre los miembros de este CCRI‑CG del EZLN y a las grandes distancias y problemas de comunicación que existen en las montañas del Sureste mexicano que provocan el retardo en nuestras respuestas.

Es evidente que el supremo gobierno ignora las graves condiciones de aislamiento en las que el mismo gobierno tuvo siempre a las comunidades indígenas y que dificultan la comunicación.

Pero, sobre todo, es nuestra desconfianza respecto de la supuesta voluntad de diálogo del gobierno la que impide que los acercamientos encaminados a una solución política continúen. El clima de beligerancia de las guardias blancas en el estado, los desalojos con lujo de fuerza, las detenciones arbitrarias y la falta de una propuesta seria de diálogo por parte de los representantes gubernamentales hacen imposible un encuentro serio. Al entender zapatista, la decisión gubernamental de dar una salida militar al conflicto fue tomada en los Estados Unidos de Norteamérica, y el señor Moctezuma Barragán sólo trató de ganar tiempo fingiendo disposición al diálogo mientras el supremo gobierno preparaba la farsa de las detenciones en Veracruz y el Distrito Federal, afinaba detalles bélicos y esperaba el término de la temporada de lluvias para llevar adelante la masacre planeada. La doble cara de los representantes gubernamentales hoy se exhibe detrás de las órdenes de aprehensión y las bayonetas militares.

Quinto.‑ Respecto de la calumnia de que la dirección del EZLN no es indígena ni chiapaneca, el EZLN declara que no tiene más comando supremo que el Comité Clandestino Revolucionario Indígena‑Comandancia General y que éste está compuesto, en su totalidad, por indígenas chiapanecos.

Respecto de la procedencia del subcomandante insurgente Marcos, como él lo declaró desde el lo. de enero de 1994, no es chiapaneco ni indígena, pero sí es mexicano y obedece a nuestro mando político y organizativo y a nadie más. Las cuestiones militares son de su competencia directa y no tiene mando militar superior a él, y no existe, en nuestra estructura, otro militar con grado de subcomandante.

Respecto de las ligas del EZLN con la organización llamada "Fuerzas de Liberación Nacional", el EZLN, a través de entrevistas, cartas y comunicados, ha declarado que en sus inicios concurrieron miembros de diversas organizaciones armadas del país, que de ahí nace el EZLN y que éste, paulatinamente, es apropiado por las comunidades indígenas hasta que éstas toman la dirección política y militar del EZLN.

Al nombre de las "Fuerzas de Liberación Nacional" entre los antecedentes del EZLN, el gobierno debe agregar el de todas las organizaciones guerrilleras de los 70's y 8O's, a Arturo Gámiz, a Lucio Cabañas, a Genaro Vázquez Rojas, a Emiliano Zapata, a Francisco Villa, a Vicente Guerrero, a José María Morelos y Pavón, a Miguel Hidalgo y Costilla, a Benito Juárez y a muchos otros que ya borraron de los libros de historia porque un pueblo con memoria es un pueblo rebelde.

Lo reiteramos, el EZLN es una organización de mexicanos, mayoritariamente indígenas, dirigida por un comité colegiado de las distintas etnias de Chiapas y no tiene, en su composición, absolutamente a ningún miembro no indígena.

Sexto.‑ Respecto de la amenaza del gobierno de entrar en los poblados zapatistas con tropas federales y policías en una supuesta búsqueda de aquel que acusan de ser el subcomandante insurgente Marcos, el EZLN declara que como pretexto parece bueno, pero que resistirá y combatirá en defensa propia si es agredido por las fuerzas gubernamentales.

Séptimo.‑ El CCRI‑CG del EZLN reitera su disposición a una salida política al conflicto mediante un diálogo sin amenazas, presiones o ataques militares.

Octavo.‑ Si, no obstante esta reiteración de nuestra disposición al diálogo, el mal gobierno sigue adelante en sus planes guerreristas, el EZLN declara, ya, que no se rendirá. Pelearemos de pie, de pie moriremos, pero no volveremos a vivir, nunca más, de rodillas.

¡Democracia!

¡Libertad!

¡Justicia!

Desde las montañas del Sureste mexicano

Comité Clandestino Revolucionario Indígena‑Comandancia General

del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

México, febrero de 1995.