A Proceso, La Jornada, El Financiero y Tiempo

Señores:

Va comunicado sobre las próximas elecciones. Nosotros bien, todavía recogiendo la basura y los recuerdos.

Vale, buen viaje. Salud y cuídense.

Desde las montañas del sureste mexicano

Subcomandante insurgente Marcos

P.D. que mueve el brazo diciendo adiós al navío que se aleja. Vuelve la noche por el enramado camino de los árboles. Con alivio nos arrancamos del rostro la mordaza, somos de nuevo nosotros. Recorro, solitario, y en la madrugada, el puerto que luce como fin de fiesta marina: hay en los arrecifes de coral un corazón esperando secar al sol su húmeda soledad, el Heriberto juega a los carritos con una foca de mostacho vaquero, un miliciano dice que un tal Neptuno perdió su "trinche" en el lodo, una gaviota planea sobre olas quietas, alguien tararea "...aún busco en la arena una luna llena que arañaba el mar", un viejo galeón quedó varado en la baja mar, la ballena extraviada de Revueltas espera, inútilmente, un autobús. La flota de bucaneros quedó más diezmada que flotilla de peseros después de la revisión "anticontaminante". En la grabadorita, alguien habla de una carta que "...se lleva el viento pintada en mi voz, a ninguna parte, a ningún buzón", yo dejo escapar un suspiro y, con una curita, tapo la herida que un tierno recuerdo dejó en el velamen.

Nosotros quedamos con un viejo barco con más agujeros que mis calcetines. Habrá que repararlo. Mis bravos marineros arreglan los aparejos de nuestro maltrecho bergantín. Mañana partimos de regreso a las montañas. Marineros extraviados, bucaneros armados de esperanza, nos volvemos a nuestros mares. Allá seguiremos nuestras correrías, allá esperaremos...

P.D. para comisionados de paz y candidatos en cierres multitudinarios de campaña. Una parte del discurso del CCRI-CG del EZLN, para inaugurar la CND, decía:

"Queremos decir, por si alguien lo duda, que no nos arrepentimos de habernos alzado en armas contra el supremo gobierno, que reiteramos que no nos dejaron otro camino, que no renegamos de nuestro paso armado ni de nuestro rostro amordazado, que no lamentamos nuestros muertos, que estamos orgullosos de ellos y que estamos dispuestos a poner más sangre y más muerte si ése es el precio para lograr el cambio democrático en México, que nos dejan inamovibles las acusaciones de ser sacerdotes del martirologio, de ser belicistas, que no nos atraen los cantos de sirenas y ángeles para darnos acceso a un mundo que nos mira con desprecio y desconfianza, que escatima el valor de nuestra sangre y ofrece fama a cambio de dignidad, que no nos interesa vivir como ahora se vive. "

Además, el trapito blanco en las armas era para saludar a los convencionistas, no a los comisionados o al gobierno.

Así que no lo olviden, no se vayan luego a llamar a engaño.

P.D. para el aviso oportuno. Se renta velamen descosido por ingrato ventarrón. Se puede usar de lona para convenciones. Salvavidas incluidos. Instrucciones anexas. Precio módico. No se necesita experiencia previa. Gratis manual de supervivencia en campos de concentración, territorios de transgresores y profesionales de la descortesía.

P.D. que, comprensiva y previsora, reparte consejos como si agua y lodo en Aguascalientes.

Consejo 1. Antes de volver a embarcarse en navíos de dudosa reputación, apréndase las siguientes:

Definiciones

El mar. Es ancho y húmedo, salado. Se mira siempre de frente y con entereza. Al final uno sale limpio e invencible. Amar sigue siendo difícil... andar también. En el mar hay muchas cosas, pero sobre todo hay agua, agua, siempre agua. Recuerde: no hay sed que se la beba...

El poeta. Sus primeros poemas son siempre maldiciones (los que siguen también). Se enamora seguido y cae con la misma frecuencia. Se levanta despacio sobre papel y tinta. Por reír mejor llora. Está en peligro de extinción.

El viento. El verdadero capitán del mundo. Dirigiendo polvo y caminos se divierte con nosotros y, dicen, no lo pasa tan mal.

Consejo 2. Es común, en viajes largos, que se presenten imprevistos. Por eso es muy conveniente seguir, al pie de la letra, las...

Instrucciones para olvidar y recordar amores

Sáquese despacio ese amor que le duele al respirar. Sacúdalo un poco para que despierte. Lávelo con cuidado, que no quede ni una sola impureza. Limpio y oloroso proceda a doblarlo tantas veces como sea necesario para tener el tamaño de la uña del dedo gordo del pie derecho. Espere el paso de una hormiga, ser noble y generoso, y pásele la pesada carga. Ella lo llevará a guardar en alguna profunda caverna. Hecho esto, vaya y rellene, por enésima vez, la pipa de tabaco frente al mar de oriente. El olvido llegará conforme se termine el tabaco y el mar se acerque a usted.

Si quiere recuperar ese amor que ahora olvida, basta escribir una larga carta hablando de viajes desconocidos, hidras, molinos de viento, oficinas y otros monstruos igualmente terribles. A vuelta de correo tendrá su amor tal y como lo envió, acaso con un poco de polvo y sueño en la cubierta. . .

Vale de nuevo. Salud y... ¿nos vemos?

El Sup ya en altamar, ajustado el catalejo y acomodándose el parche. A lo lejos una tormenta. . .