Entrevista al Subcomandante Insurgente Marcos

David Aponte, Selva Lacandona, Chis. [LJ, 9/iv]. En entrevista con tres reporteros en un claro de la selva lacandona, el subcomandante hizo algunos comentarios sobre la reaparición pública de Camacho Solís y sus puntos de vista con respecto al proceso de paz.

El viernes el comisionado ratificó su cargo y su postura acerca de una solución política al conflicto armado ante representantes de los tres poderes del estado. Además, mencionó que en las próximas semanas se darán nuevos pasos hacia la construcción de la paz.

En principio, Marcos consideró que ahora no hay condiciones político-militares para reanudar el diálogo. Existe un nuevo movimiento de tropas del ejército federal hacia otras zonas de la región, argumentó.

"Lo que hicieron fue sacarlo de la ruta de la prensa. Hicieron la retirada por el lado que la prensa cubre, que es Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas, Ocosingo, Altamirano y Las Margaritas, y le dieron la vuelta por Arriaga, una parte, y por Villahermosa y Tenosique, la otra. Hace cinco días bajaron de Tenosique aproximadamente 30 camiones grandes de ocho y 12 toneladas, con aproximadamente mil, mil 200 efectivos, por la carretera de la frontera" .

-¿Ustedes creen o no que hay movimiento de tropas para relevo o están aumentando?

-Dentro del relevo. Lo que hacen es que reubican a las unidades de paracaidistas y zapadores, los sacan del círculo de prensa y los meten atrás. Los paracaidistas son rangers, de contraguerrilla. Y en términos militares eso significa poner ahí a los zapadores y a los paracaidistas, y la operación del yunque y martillo se invierte. Ahora estaría en la frontera y el yunque aquí.

"Creo que aquí se la juegan mucho y la jugada es meterse a las cañadas (la selva Lacandona), dominar las carreteras y ahí poner el yunque. No creo que se arriesguen a meter el yunque en Ocosingo, Altamirano y Las Margaritas, porque se notaría y ellos no quieren que se note".

-¿Cuál sería entonces la idea de ellos? ¿Es una visión ofensiva?

-De aislamiento, de sacar a la guerrilla de interlocutor social, que ya dejemos de declarar, que dejemos de estar haciendo lo que hacemos ahora. Sacarnos de esta cañada. Pero el movimiento de tropas aquí tiene que ser muy rápido para que salgamos. Lo que antes estaba planeado de este lado, que es meter a los zapadores y a los paracaidistas, que son los boinas verdes, a desactivar las minas. Son unidades de contrainsurgencia, que entran a chocar y a ubicarte.

"Las unidades que usan son de doce a quince. Estamos hablando como de cinco mil efectivos, una división. Una división aerotransportada, persiguiendo ahora el modelo gringo de una intervención rápida.

"Entonces, inicialmente la mueven en esta línea, Ocosingo, Altamirano, Las Margaritas, en las pistas de aterrizaje de aquí, la de Altamirano rehabilitada y la de Las Margaritas, sacaron los vuelos comerciales y pusieron un cuartel y lo lanzan, y empiezan a empujarnos para allá (la frontera con Guatemala) y allá está el yunque. En ese caso, serían los kaibiles (unidad de élite del ejército guatemalteco). El ejército federal afloja ahí y nos enfrentarían contra los kaibiles. Entonces los kaibiles hacen el yunque.

"En ese sentido, sacan en los periódicos que salieron los efectivos y los periodistas los ven pasar por San Cristóbal de las Casas, pero le dan la vuelta y hacen el recambio de tropas".

-¿Hay una doble política del gobierno? Camacho habló de que coordina los intereses de la paz, en alusión a los ganaderos.

-Sí, pienso que iba a tratar de incorporar en alguna parte del diálogo a los ganaderos, porque ellos ya lo habían planteado, que querían hablar con nosotros, y como sí es conocido por ellos que nosotros no hemos invadido las fincas todavía, tal vez para aprovecharse de eso y llegar a un arreglo y resolver el problema del ganado, porque fue el impuesto de guerra, y negociar de alguna forma la posesión de la tierra.

"Del lado del ejército, mantener la posición supuestamente afloja la presión militar, pero mantiene la misma, no la aumenta, simplemente cambia el dispositivo. Ése es el último reporte que me llegó ayer (viernes)".

-No veo claro, ¿qué quiere el gobierno: continuar el diálogo o preparar esto para una ofensiva definitiva?

-No, quiere continuar la consulta, la que está suspendida es la consulta. Lo que quiere saber es qué van a decir los pueblos y mantener el dispositivo militar dependiendo del resultado de la consulta; aflojar la presión militar para ya irse sobre la negociación.

-¿Ustedes no tienen idea de si van a continuar, si hay condiciones?

-No, definitivamente ahorita no hay condiciones. Parecía, pues ese afloje lo estaba viendo el Comité, pero luego ya vimos que la línea exterior no checaba la salida. Nuestros informes de línea exterior nos decían que no salían (los soldados) del estado y luego nos llegaron informes de que estaban entrando por otro lado, y como no había movimiento en el resto del país, pues son los mismos que se están moviendo de un lado a otro.

"Por el momento no hay cambio en la situación. Lo que hace decidir la suspensión de la consulta es lo de Colosio. Dijimos, pues, ya está el pretexto que se necesita. Parece que ahora se aclara un poco el panorama de que no es por el lado nuestro, y que va por un complot interno del poder. Nosotros podemos realizar la consulta con ese dispositivo (militar) mientras no tenga fundamento político para hacerse la ofensiva..."

-¿Qué hay de cierto en que usted se reunió con Camacho hace unos días?

-No, a Camacho no lo vemos desde el diálogo, y también es mentira que ha mandado comunicados confidenciales. Tal vez lo mandó, pero no ha llegado. De Camacho no sabemos nada después del diálogo. Él estaba esperando el resultado de las consultas, nosotros seguimos el proceso y luego pasa lo de Colosio y ya menos. Hasta ahora supimos que iba a llegar (a Chiapas). Pero no he tenido ningún contacto con él, ni escrito ni público ni secreto.

-¿A qué lo atribuyen?

-A que están esperando a que se recomponga también. Estaban con la opción de Colosio, negociando y con el cambio tienen que ver cómo se reacomodan para ver qué ofrecen o qué negocian.

-¿Cuáles serían las condiciones para que volviera el diálogo y bajaran a la catedral?

-Tendrían que producirse las condiciones militares previas al diálogo: que el ejército aflojara su presencia. Dos, que también bajara la beligerancia, cuando menos hasta el punto antes del diálogo, de los ganaderos, los comerciantes y la clase política, que parecía muy ligada entre los presidentes municipales y los ganaderos. Con ésas. Claro, una señal positiva sería que renunciara Salinas.

-¿Es real la idea de que quiere hablar con Zedillo?

-No, yo nunca he dicho... Le puedo dar algunos consejos de cómo hacer libros de texto, pero yo nunca dije. El Comité no se ha reunido desde que lo nombraron, pero lo más seguro es que no se pronuncie por ningún candidato.

"Yo ya había cortado que vinieran los candidatos. Ya no los vamos a invitar, pero estamos dispuestos a hablar con un representante de ellos. En ese sentido estamos dispuestos a hablar con cualquier representante. A nosotros lo que nos preocupa es que se metan aquí, pues si les pasa algo, si hay algún avión que se caiga... Lo que he dicho es que estábamos en la disposición de hablar con cualquier candidato, pero yo había cortado que vinieran, porque si les pasaba algo nos iban a echar la culpa a nosotros. Si le pasó a Colosio, pues peor a otro candidato".