A los pueblos del mundo
Hermanos
y hermanas:
Compañeros y compañeras:
Después de los tantos rumores de que el EZLN ya se
acabó, ya ven, aquí estamos otra vez en la misma
lucha, mejorando los caminos de la resistencia.
El
pasado siglo XX nos maquillaron al hacernos creer que pasó
los tiempos de la miseria, la pobreza, el paternalismo, la
esclavitud y la santa inquisición.
Hoy son los mismos dolores de la gran sociedad civil, vimos
la llegada del siglo nuevo con el mismo contenido brutal del
pasado.
Estos tiempos de la globalización están aplicando
la nueva santa inquisición de otra manera.
Hoy ya no se paga con látigos los pecados de los pueblos
pobres, estamos pagando con armas sofisticadas especialmente
fabricadas para los que se rebelan contra los planes de la
globalización, contra la invasión, por esto
pagamos todos, incluyendo a niños y ancianos.
La globalización mundial con su nuevo orden mundial
es lo mismo si dijera “la humillación mundial
hacia los pueblos del mundo”.
La globalización con sus Tratados de Libre Comercio,
Organización Mundial de Comercio, y la Alianza de Libre
Comercio de América son implementos y elementos por
la extinción del patrimonio de cada país, la
soberanía y la cultura.
Esta guerra y la amenaza que hace mundialmente la globalización,
ya no podemos hacernos el desentendido que lo que se busca
es la humillación y la sumisión. Esta situación
fácil la puede entender hasta un analfabeto.
La consecuencia del mal o sea el parásito para la sociedad
civil mundial, es que cada día se ponen más
pobres los pobres y nos vamos aumentando de número
de millones de desempleados, mutilados de esperanzas.
Esta globalización ha sido gracias a su codicioso plan
porque de ello los pueblos del mundo están aprendiendo
a luchar, a resistir y a organizarse para ponerle un alto
a la dominación y la invasión.
Ya se lee y ya se ven los pueblos del mundo que han dejado
de ser espectadores, conforme los tiempos pasan se van siendo
actores importantes de construir un mundo donde quepan muchos
mundos.
Como ya es sabido mundialmente, la guerra de los malos gobiernos
de la globalización ha llevado la muerte y la destrucción
muy lejos de aquí, en un lugar que fue rico en cultura
e historia de la humanidad.
Allá el pueblo iraquí ahora está demostrando
que el asunto no es cambiar a los tiranos locales por tiranos
extranjeros, sino unir la democracia y la justicia con la
libertad, la soberanía y la independencia.
Resistiendo cada día, el pueblo iraquí derrumba
la ya débil estatua del triunfo militar británico-estadounidense.
También queremos repetir un saludo que ya hemos dado
antes.
El saludo a la lucha política y cultural del pueblo
vasco.
Y repito claramente: “a la lucha política y cultural
del pueblo vasco”, porque luego algunos periodistas
echan su mentira de que apoyamos a ETA y hasta así
dice un baboso que canta rock.
Así que saludamos la lucha política y cultural
del pueblo vasco.
Y más ahora que cualquier persona de ese país
es perseguida, hostigada y despreciada en cualquier parte
del mundo.
Sabemos que son tiempos difíciles para ese pueblo,
pero sabemos también que sabrán resistir y ser
creativos para salir adelante. Nosotros no podemos hacer mucho,
pero también gritamos con esperanza el “Gora
Euskal Herria” que nunca se apaga, ni siquiera en las
prisiones y las salas de tortura del gobierno español
y que decimos bien fuerte para que lo escuche ése que
ahora está de vacaciones de su trabajo de cerrar periódicos
y de ilegalizar organizaciones políticas.
Y ahora que vaya nuestra palabra hasta Europa, hasta Francia.
En estos momentos queremos mandar un saludo zapatista a los
hermanos y hermanas de Francia, que en estos momentos se encuentran
reunidos en un lugar llamado “Les Places” en Larzac,
Francia.
Hay ahí hermanos campesinos franceses que luchan contra
la globalización del hambre y de los cultivos transgénicos,
y contra la guerra del poder.
Saludamos a los colectivos suroeste de solidaridad con Chiapas
(Ariège, Aude, Bordeaux, Lot, Pau-oloron, Tarn, y Toulouse);
a la red Mut-Vitz del suroeste; a Americasol; al Comité
de Apoyo a los Pueblos de Chiapas en lucha, París,
y a la Asociación “Construir un Mundo Solidario”,
a la Confederación Campesina Nacional, y a todas las
organizaciones que allá están reunidas.
No sabemos si nos escuchan en este momento, pero estoy seguro
de que, aunque estén tan lejos, sentirán el
abrazo que los más pequeños de sus hermanos,
los zapatistas, les mandamos.
Y más acá, al sureste de nuestro sureste, de
la Argentina digna llegan vientos de apoyo y esperanza.
A ellos respondemos con el humilde viento que somos y nuestro
abrazo cruza la América Latina entera para nada más
decir que no se entienda sólo con las palabras “hermanos,
hermanas”.
Y en El Caribe hay un pueblo que está en la mira de
la guerra de conquista mundial, el pueblo de Cuba.
Para ese pueblo va nuestra admiración y nuestro respeto
que, pequeños como somos, más nada podemos hacer.
Nosotros sabemos bien que los planes para atacar la isla de
Cuba no son de mentiras.
Pero tampoco es de mentiras la decisión de ese pueblo
para resistir y decidir, sin injerencias extranjeras, su destino,
que eso, y no otra cosa, es la soberanía.
Hermanos
y hermanas:
Hay en el mundo un país de gente noble y buena.
En ese país también gobierna el mal, pero abajo
la dignidad rebelde habla en italiano y piensa en futuro.
Los mundos nuevos que allá y acá se construyen
aprenden juntos a decir “fratelli” y “hermano”
que en italiano y castilla quieren decir lo mismo, o sea “mañana”.
Y ahora queremos mandar un saludo especial al pueblo de Norteamérica,
al que se levantó de los escombros de las torres gemelas
de Nueva York para oponerse a una guerra movida por intereses
económicos, y escondida en el dolor y el coraje provocados
por los atentados del 11 de septiembre del 2001.
Y queremos mandar un abrazo muy grande, tan grande como es
nuestra esperanza, a los hermanos mexicanos que sufren y trabajan
en tierra extranjera, no porque quieran, sino porque el despojo
neoliberal los ha arrojado de sus suelos.
Salud pues a la sangre mexicana que late arriba del Río
Bravo.
Queremos decir que en los próximos días habrá
una reunión muy importante en Cancún, México.
Y no nos referimos a la reunión de la Organización
Mundial de Comercio, ese organismo que comanda la nueva guerra
mundial contra la humanidad.
No, estamos hablando de la reunión que tendrán
personas de todo el planeta para repetir el “no”
al mundo excluyente del dinero y afirmar que otro mundo es
posible.
Según sabemos, del 1 al 7 de septiembre habrá
una reunión sobre medios y tecnologías alternativas,
del 8 al 9 un foro campesino.
Y el día 9 de septiembre, dentro de un mes, habrá
movilizaciones en Cancún y en todo el mundo en contra
de quienes se piensan los dueños del planeta.
En septiembre, a Cancún y al mundo irá la palabra
de los zapatistas en modo y forma que estamos por decidir.
Hermanos
y hermanas:
También queremos saludar y abrazar con especial cariño
y admiración a todos los mundos que hay en el mundo.
No conocemos los países, pero conocemos a alguna gente
de la que en ellos lucha, y por sus palabras y sus acciones
hemos aprendido que la dignidad y la rebeldía no tienen
que ver con las banderas, los idiomas, los tipos de cambio
y los pasaportes.
A esos mundos diferentes les decimos desde aquí, desde
las montañas del sureste mexicano, que no están
solos.
Hermanos
y hermanas:
Dejemos atrás el racismo y la exclusión, veamos
un camino común que nos conduzca hacia la esperanza
de una vida más humana.
Para construir este mundo nuevo es necesidad importante que
todos los hombres y mujeres nos hacemos hijos de la rebeldía
y la resistencia, y como salario concientizémonos que
iremos a estrenar cárceles modernas construidas por
los llamados gobiernos.
Significaría entonces de no perder de vista al monstruo
global mundial.
Y esto ha sido nuestras palabras y lo que sigue es bailar y luchar.
¡Viva
la resistencia mundial!
¡Viva la rebeldía mundial!
¡Vivan los pueblos pobres del mundo!
Desde Oventick, Caracol “Resistencia y Rebeldía por la Humanidad”.
Por
el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia
General del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional.
México, 9 de agosto del 2003.