Por mi voz habla la voz del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional.
Hermanos y hermanas:
Vamos
a dirigir unas palabras para todos los que forman parte en
las filas del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional.
Compañeros y compañeras bases de apoyo y representantes
de los pueblos y regiones presentes en esta gran manifestación.
Los saludamos a todos y a todas por su decisión y valentía
de haber movilizado sin importarles las consecuencias.
Compañeros y compañeras zapatistas de todos
los pueblos, de todas las regiones y donde quiera que se encuentren
pero que no pudieron estar presentes en esta manifestación
por muchas razones, los saludamos.
Y les deseamos que sigan adelante con firmeza en nuestra lucha.
A los compañeros y compañeras combatientes insurgentes
e insurgentas y milicianos de todos los frentes y sus respectivos
mandos militares, a nombre del Comité Clandestino Revolucionario
Indígena-Comandancia General del EZLN los saludamos
combativamente y nuestras felicitaciones especiales por haber
cumplido 19 años de nacimiento y ahora nueve años
de guerra, les deseamos que sigan firmes en sus convicciones
y en su moral revolucionaria.
Saludos especiales a nuestros compañeros y compañeras
bases de apoyo quienes han resistido los golpes políticos,
económicos e ideológicos del gobierno. Quienes
han sufrido y resistido las presiones y agresiones de los
militares y paramilitares. Quienes han sufrido los desalojos,
las persecuciones, encarcelamiento y la caída de alguno
de sus familiares en esta lucha.
Saludos a todos los compañeros y compañeras
zapatistas civiles donde quiera que se encuentren, en el campo,
en las ciudades y en cualquier estado de nuestro país
y en otros países del mundo.
Compañeros
y compañeras:
Como todos ustedes saben desde que los poderes ejecutivo,
legislativo y judicial aprobaron una ley en contra de los
pueblos indios de México, nosotros los zapatistas la
hemos rechazado esa ley y por eso hemos vivido una etapa de
silencio y de resistencia y llevamos casi dos años
de silencio en señal de nuestra indignación
por la traición de los poderes gubernamentales.
Y lo que han hecho esos poderes y sus aliados es aprovechar
nuestro silencio para decir un montón de mentiras y
calumnias.
Han preparado estrategias políticas y económicas
contrainsurgentes, disfrazándola de proyectos de desarrollo
para los pueblos indígenas. Pero en realidad esos apoyos
que dicen con lo que tanto se alaban los gobiernos actuales,
no son mas que puras migajas como siempre, pero no es ninguna
solución de la miseria en que vivimos y menos sea una
respuesta de las justas demandas de los pueblos indígenas.
Nuestro silencio han usado para decir que los zapatistas ya
estamos acabados, que estamos divididos, que los dirigentes
ya se rindieron o se vendieron y que el mando ya se quedó
solo y que los pueblos zapatistas ya se fueron con el gobierno.
Y todas estas mañas de los gobiernos y los partidos
han usado para confundir a los pueblos. Para debilitar la
lucha y la resistencia indígena; por eso para contentarnos
y conformarnos ofrecen palabras y pequeñas ayudas para
unos cuantos pueblos. Para luego decir que ahora sí
ya estamos en paz, porque los zapatistas ya aceptaron apoyo
del gobierno y abandonaron las filas del EZLN.
Entonces, ¿quiénes son los que estamos aquí
presentes? A poco no son zapatistas los miles de hombres,
mujeres, niños, jóvenes y ancianos que están
aquí reclamando y las decenas de miles que se quedaron
en sus pueblos por no haber conseguido dinero ni transportes
para llegar a esta manifestación.
¿Acaso estos miles de hombres, mujeres, jóvenes,
ancianos y niños combatientes zapatistas están
dispuestos a rendirse?
¿Acaso están dispuestos a humillarse ante quienes
durante siglos nos han humillado y despojado de nuestra riqueza,
nos han discriminado, olvidado y pisoteado nuestra dignidad?
Les pregunto compañeros: ¿están dispuestos
a rendirse?
¿Acaso ustedes compañeros y compañeras
están dispuestos a venderse por migajas y traicionar
así la sangre de nuestros caídos y de nuestros
héroes y mártires?
Les pregunto compañeros: ¿están dispuestos
a venderse?
¿Acaso están dispuestos a dejar la lucha mientras
no hemos logrado nada la solución real de nuestras
justas demandas?
¿Acaso están dispuestos a vender su dignidad
y dejar como herencia a nuestros hijos sólo hambre,
miseria y olvido?
Compañeros y compañeras:
Hoy,
al cumplir 9 años de nuestro levantamiento en armas
y después de romper el silencio que tuvimos por casi
dos años, ha llegado la hora de hablar una vez más
y decir la verdad de que nosotros los indígenas zapatistas
no nos levantamos en armas para pedir limosnas o para que
se sigan burlando de nosotros como hasta ahora nos hacen los
gobernantes al ofrecernos mentiras y migajas para comprar
conciencias.
Nosotros los pueblos indígenas zapatistas no necesitamos
que el gobierno nos apoye con changarros o que nos manden
alimentos caducados. Lo que pedimos y exigimos los zapatistas
es que reconozcan constitucionalmente los derechos, la autonomía
y la libre determinación de todos los pueblos indígenas
de México. Exigimos que nos traten con igualdad y justicia.
Por eso no aceptamos que se burlen de nosotros o que por lástima
nos ofrezcan sus migajas o sus basuras. Nosotros los indígenas
zapatistas somos empobrecidos, pero no somos limosneros ni
delincuentes. Somos rebeldes contra las injusticias y el olvido.
Tenemos dignidad y tenemos la razón de luchar por nuestros
anhelos.
Y esto queremos que lo entienda todo el mundo, que los indígenas
no somos animales para que los ricos y poderosos nos tiren
sus basuras. Sino que somos pueblos con larga historia.
Por eso estamos dispuestos a seguir la lucha hasta ver que
en los pueblos indígenas y en toda nuestra patria seamos
respetados. Y tomados en cuenta como pueblos y como ciudadanos
con todos los derechos.
Les queremos decir a todo México y el mundo, que estamos
atentos a lo que resulte de la iniciativa que lanzamos hace
unos días en voz del supmarcos. Es una iniciativa arriesgada
pero pensamos que vale la pena intentarla por el bien de todos,
porque es todavía una iniciativa de solución
pacífica.
Estamos intentando abrir una puerta donde los políticos
mexicanos nos encerraron. Sobre eso y otras cosas seguiremos
hablando a través de nuestro vocero que es el Subcomandante
Insurgente Marcos.
Compañeros y compañeras:
Queremos
decirles que nuestra lucha apenas ha comenzado. Por eso, en
este noveno aniversario de nuestro alzamiento, venimos a este
centro de explotación que es San Cristóbal de
las Casas, para manifestarnos y a decir la verdad. Para esto
tuvimos que atravesar retenes y romper cercos militares, para
venir a decir que aquí estamos.
Y aquí estamos con palabras sinceras y verdaderas,
reafirmamos nuestro compromiso de seguir nuestra lucha por
democracia, libertad y justicia para todos.
Compañeros y compañeras:
Desde el 1 de enero de 1994 prendimos una pequeña luz
de rebeldía y de dignidad y esa luz la han querido
apagar los poderosos. Pero no han podido, ni nadie la podrá
apagar porque es la luz de la esperanza para los pueblos indios
y no indios de México y del mundo.
Esa luz simboliza hoy nuestra fuerza y nuestra protección
en esta larga lucha por democracia, libertad y justicia.
Por eso hoy esa luz hagámosla grande y fuerte para
que los pueblos y las naciones vean que la mantenemos viva
esa luz de la rebeldía zapatista.
Compañeros y compañeras:
Enciendan sus luces.
¡Vivan
los compañeros caídos!
¡Viva el Ejército Zapatista de Liberación
Nacional!
¡Vivan los pueblos indios de México!
¡Vivan los pobres de México!
¡Vivan los rebeldes de todo el mundo!
¡Viva la vida!
¡Muera la muerte!
Desde
las montañas del sureste mexicano.
Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia
General
del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional.
México, 1 de enero del año 2003.