Por mi voz habla la voz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Hermanos y hermanas:
Tenemos
unas palabras para los políticos mexicanos y los intelectuales
de derecha.
Señores y señoras de los tres principales partidos
políticos en México y a los que nos critican
por nuestras palabras y nuestras iniciativas.
Primero les queremos decir que no aceptamos obedecer órdenes
de nadie que no sean nuestros pueblos.
Parece que esos que nos quieren dar órdenes quieren
ocupar el lugar de los grandes hacendados y finqueros. Porque
esos patrones estaban acostumbrados a dar órdenes a
sus peones.
Entonces les decimos que nosotros los del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional no somos sus peones
ni sus sirvientes.
Tampoco somos niños para que nos digan cómo
tenemos que caminar o qué tenemos que hacer o qué
decir.
De la campaña que se traen contra el supmarcos no les
decimos nada porque él solito puede con ustedes y hasta
más si se animan.
Además de que sus ataques parece que no lo ponen triste
porque está rise y rise con lo que le mandan y me dijo
que les dijera que quiere más.
Lo que sí les queremos dejar claro es que el Comité
Clandestino Revolucionario Indígena, que es la dirección
política de nuestra organización, le hemos encargado
a él, además de lo que le toca hacer de por
sí, es el trabajo a ser nuestro vocero a nivel nacional
e internacional.
Claro que si alguno de los críticos y expertos que
ahora abundan piensa que puede hacer mejor ese trabajo o tiene
más capacidad pues nosotros el CCRI le decimos que
se venga con nosotros.
No le vamos a pedir que aguante todo lo que ha aguantado y
aguanta el sup en el tiempo que ha estado con nosotros. Sólo
les vamos a pedir que aguanten siquiera la décima parte
y entonces aquí le vamos a enseñar lo que el
sup ha aprendido de nosotros y por eso ahora es el supcomandante
de acero inoxidable.
Les vamos a tener paciencia y estamos dispuestos a compartir
las tostadas hongueadas, el pozol agrio, las caminatas en
las noches bajo lluvia con el pequeño peso de 20 kilos
en la espalda. De lo que falta se encargan los zancudos y
las culebras.
Sólo esa pequeña palabra les digo.
Pero aparte está de que nos critican porque no estamos
con los partidos políticos. Y no es que estemos en
contra de los partidos políticos en el mundo. Seguramente
habrá partidos políticos que sí se comprometen
con los que representan y que no se corrompen. Pero sabremos
decirles que en el México nuestro no hay uno bueno
y lo han demostrado con sus hechos.
Los tres principales partidos políticos de México,
que son el PAN, el PRI y el PRD, se burlaron de todos los
pueblos indios de México, de todo el pueblo que apoyó
el reconocimiento de nuestros derechos y de gente de todo
el mundo que también nos apoyaba.
Así cerraron la puerta a la esperanza de millones de
hombres y mujeres de México y del mundo. Porque ellos
cerraron la puerta del diálogo en México y nos
quieren orillar así otra vez a la guerra.
Y al pueblo mexicano le demostraron que no tienen ningún
interés en el pueblo, más bien están
obedeciendo los intereses de su patrón y nos dieron
la espalda.
Por eso, hermanos y hermanas, les vamos a contar lo que pasó.
El partido PRI está encabronado porque nosotros iniciamos
su derrota. Acuérdense que en 1993, Carlos Salinas
de Gortari era el hombre más poderoso de México
y con un gran prestigio internacional, claro que por vende
patria, por supuesto que sí. Con un partido PRI muy
fuerte, el más importante partido autoritario y corrupto
como lo son. El partido PRI el único que habitaba en
todo el territorio nacional gobernando en la mayoría
de los estados y municipios. Y la mayoría bajaba la
cabeza y decía que son muy fuertes los gobiernos y
no se puede hacer nada. Y en 1994 parecía imposible
la rebeldía y así hicimos lo imposible.
¡Acuérdense! Muchos bajaban la cabeza delante
de Salinas y del gobierno del PRI y nadie podía decirles
nada, sólo lo que ellos digan y nadie más. Pero
hasta que hubo alguien que una madrugada de aquel primero
de enero de 1994 levantó la cabeza para decir ¡ya
basta! Y ese alguien tiene nombre y apellidos y se llama Ejército
Zapatista de Liberación Nacional. Esto lo recordamos
porque en aquel entonces parecían el único hombre
y el único partido.
Y hoy al cumplirse nueve años de nuestra guerra, nos
vuelven a decir otra vez que nada se puede hacer, como si
los gobiernos fueran los únicos en este país
México.
Y entonces ese señor priísta que se llama Manuel
Bartlet hizo una ley en contra de los pueblos indios para
que el gobierno gringo le perdonara las acusaciones de narcotraficante
que tiene en Estados Unidos. Y detrás de él
se fueron todos los senadores y diputados del PRI.
Y del partido PAN, les digo que de por sí sabíamos
que el PAN iba a votar en contra de los pueblos indios porque
es un partido racista. Porque al PAN sólo le gusta
ver a los indígenas como sirvientes en sus grandes
casas o pidiendo limosna. Por eso no pueden respetar los derechos
y la cultura indígenas. Porque los panistas son los
herederos de aquellos conquistadores españoles que
sembraron el terror y la muerte en las tierras indias de México.
Y el panista Diego Fernández de Cevallos, que es un
abogado de criminales, puso una ley en contra de la ley Cocopa
porque si se hubiera aprobado la ley Cocopa se hubiera llegado
a la paz y el gobierno de Fox hubiera quedado como un gobierno
fuerte. Y Cevallos quiere que Fox esté débil
porque él quiere ser presidente de México incluso
antes del año 2006 y quiere convertir a todo el país
en una gran hacienda.
Del partido PRD también les decimos, con mucha pena,
que no apoyó la ley Cocopa que es una ley apoyada por
el pueblo de México y en todo el mundo como ninguna
otra ley. Y los senadores y la dirección del PRD no
votaron por la ley Cocopa por una razón. Porque si
se hubiera aprobado, se hubiera llegado a la paz y entonces
los zapatistas hubiéramos salido a hacer política
abierta. Y eso no les gusta porque piensan que les vamos a
quitar a sus clientes y que se van a quedar sin chamba.
Lo recuerdo porque ahora el PRD anda diciendo que es muy importante
el problema indígena. Tal vez piensa que ya nos olvidamos
lo que hicieron. Pero resulta que los zapatistas tenemos muy
buena memoria. Y recordamos que Jesús Ortega y Demetrio
Sodi defendieron esa ley que no sirve para nada, incluso cuando
ni Cevallos ni Bartlet la defendían ya. Porque la dirección
del PRD, cuando vio en la marcha que mucha gente apoyaba al
EZLN se pusieron de acuerdo entre los dirigentes para hacer
todo lo posible para evitar que los zapatistas se pudieran
convertir en una organización política abierta.
Así hizo el PRD, incluso los que se supone que son
más de izquierda de ese partido, votaron en contra
de la ley Cocopa. El señor Cárdenas Solórzano
recomendó votar junto con todos los senadores en contra
de la ley Cocopa, para que no parecieran senadores zapatistas.
El premio de ese voto es la gobernatura de Michoacán.
Y no crean que no nos dolió, porque pensábamos
hasta entonces que sí había gente comprometida
en los altos puestos del PRD. Pensábamos que el señor
Cárdenas sabe que son más importantes los principios
que lo que digan los demás. Y esperamos, no 15 días.
Esperamos más de un año. Porque pensamos que
van a venir, no a pedirnos perdón, sino a explicarnos
por qué hicieron así. Nosotros lo hubiéramos
entendido si las razones eran buenas. Pero ni siquiera les
merecimos una explicación.
Claro que hay que reconocer que los diputados del PRD y los
del PT y los del Verde votaron en contra en la Cámara
de Diputados, pero el daño ya estaba hecho.
Todos sabemos que hubiera bastado con que el PRD se opusiera
en el Senado, aunque fuera minoría, para que la ley
se volviera discutir. Con un solo senador que hubiera dicho
que no, se hubiera reventado la estrategia del gobierno para
orillarnos a la guerra. Pero no, el PRD prefirió seguir
con sus cargos en lugar de comprometerse con el pueblo de
México y especialmente con los pueblos indios.
Así fue como pasó, los partidos políticos
cerraron la puerta de la solución política en
México. Lo hicieron por una cosa que se llama mezquindad
y otra que se llama miedo.
Porque es bueno que todos sepan que la ley que se llama Cevallos-Bartlet-Ortega
es una ley de guerra contra los pueblos indios.
Y esto son los partidos políticos que nos llaman a
todos los mexicanos a votar por ellos ahora que se van a elegir
nuevos legisladores. Acaso no tenemos memoria de sus traiciones.
Y también los acompañó la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, aunque ahí hubo unos
jueces que fueron valientes y honestos, pero la mayoría
resultó cobarde y ganó la cobardía.
Y qué decir del señor Fox y su gabinete, que
hizo todo lo posible porque no se cumpliera la ley Cocopa,
porque estaban espantados del éxito de la marcha del
color de la tierra.
Así fue como los tres poderes de la Unión, el
ejecutivo, el legislativo y el judicial, se negaron a la solución
política y pacífica de las demandas de los pueblos
indios de México.
Por eso, hermanos y hermanas, así todavía dicen
que luchan haciendo leyes a favor del pueblo pero realmente
no es así. Ahora aprobaron una ley para repartirse
más dinero para sus campañas electorales.
Así fue como hicieron con la ley Cocopa que, como ninguna
otra ley, ha tenido tanto apoyo y así lo traicionaron.
Y ahora quieren engañarnos de nuevo y engañarlos
a todos. Porque a ninguno de ellos les importa el pueblo,
lo que quieren es seguir en sus puestos y no les importa que
el país se rompa en pedazos.
Y ellos pensaron que no importa eso que hicieron porque la
gente olvida rápido y además no hay otra cosa.
Pero no se olvida y sí hay otra cosa. Porque toda esta
historia de engaños y traiciones no termina con que
nos han derrotado.
Nosotros como zapatistas seguimos buscando caminos para que
el pueblo se haga soberano y para que se cumpla lo de mandar
obedeciendo. Así que seguirán sabiendo de nosotros
y sobre todo seguirán sabiendo que los zapatistas no
olvidamos, que no nos rendimos y que no nos vendemos.
Por último queremos decir unas palabras a los periodistas.
Todos sabemos lo importante que ha sido la prensa en esta
lucha que es la lucha por la democracia, la libertad y la
justicia. No importa que algunos hablen mal de nuestro EZLN,
de nuestra causa o de nuestra historia. Todos han contribuido
a abrir un espacio de información y discusión
que antes no existía. Si este espacio existe es gracias
a los trabajadores de la comunicación y a su lucha
y sensibilidad, y no porque el gobierno y los ricos hayan
querido. Por eso les deseamos a todos y a todas los trabajadores
de la comunicación un feliz año y deseamos que
informen con la verdad y que sus derechos como trabajadores
sean respetados por las empresas en las que trabajan.
Hay otra cosa para decir: hace unos días, una empresa
de medios de comunicación que se conoce como CNI-canal
40, fue agredida por órdenes del señor Ricardo
Salinas de Televisión Azteca. Todos saben que los locutores
y comentaristas de CNI-canal 40 se sumaron a las críticas
injustas que recibimos porque supuestamente apoyamos al terrorismo.
No importa, nosotros respetamos el pensamiento de cada quien
y si dicen mentiras pues va en su cuenta. Pero como quiera
no podemos ver cómo se impone el autoritarismo del
dinero y quedarnos callados. Queremos aquí expresar
nuestra solidaridad con los trabajadores de la comunicación
de CNI-canal 40 y repudiar la agresión que han sufrido.
Ya se ve bien que aquí en México la única
ley que manda es la del dinero y así vemos cómo
un poderoso se quiere tragar a una empresa que era pequeña
pero que se esforzaba por informar a la gente, así
como se esfuerzan todos los reporteros que, sin importar en
qué empresa trabajan, andan de un lado a otro buscando
la noticia para darla a conocer. Si no sale publicada no es
por su culpa, sino por los intereses de los patrones. Si hoy
permanecemos callados ante esta maldad, mañana serán
otras empresas de comunicación las que sean atacadas
y entonces sólo quedarán no las mejores sino
las que tienen más dinero. Y así se irán
apagando todas las voces hasta que sólo quede la voz
del dinero. Y eso no lo puede permitir ninguna persona honesta.
En el mundo y en el México que queremos los zapatistas
no ganará el dinero sino la razón y la prensa
independiente será respetada. Estas son nuestras palabras.
¡Viva el Ejército Zapatista de Liberación
Nacional!
Desde
las montañas del sureste mexicano.
Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia
General
del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional.
México, enero del 2003.