Ejército Zapatista de Liberación Nacional

A la sociedad civil nacional e internacional;

A los asistentes al encuentro sociedad civil-EZLN de noviembre de 1998

Hermanos y hermanas:

Saludos múltiples y diferenciados. Como fue acordado en el encuentro de San Cristóbal, los zapatistas recibimos el mandato de elaborar -tomando en cuenta los resolutivos y las distintas ponencias y participaciones que se presentaron- la convocatoria para la Consulta por el Reconocimiento de los Derechos de los Pueblos Indios y por el Fin de la Guerra de Exterminio.

Esto me recuerda una vez que el viejo Antonio me contó... ¿Recuerda usted al viejo Antonio? Bueno, pues él me contó algo que viene a cuento por esto de las cuentas que quieren sumar y multiplicar convocatorias, movilizaciones, consultas y otras irreverencias.

Era una madrugada de diciembre. En diciembre las madrugadas de la montaña son frías y lluviosas. La niebla se pega a los árboles y les agrega nuevas formas y sombras. Así que estaba yo velando la solitaria voluta de humo de mi pipa, adivinando tal vez que ya llegaría después la niebla a darle puerto a esa nube que me nacía de los labios, cuando de un árbol cercano se desprende una forma, mitad niebla, mitad sombra, y con paso cansado se llega a mi lado y me dice: La sabiduría no está en conocer muchas cosas o en conocer mucho de una cosa. Yo tiemblo. Un poco por el frío, otro poco por la niebla, un mucho por lo que escuché, algo más por la sorpresa de reconocer al viejo Antonio tras el breve relámpago del fósforo encendiendo su cigarrillo de doblador. Yo hice lo que siempre hago en estos casos: me froté las rodillas, mordisqueé la pipa y pronuncié un sabio "Mmmmh". El viejo Antonio se sentó a mi lado, acomodó su cigarro en la comisura izquierda de su boca y, murmurando, dio forma, color y calor a la ...

Historia del uno y los todos

Hubo un tiempo en el que no había tiempo. Era el tiempo del inicio. Era como la madrugada. No era noche ni era día. Se estaba el tiempo así nomás, sin ir a ningún lado y sin venir de ninguna parte. No había luz pero tampoco había oscuridad. Era el tiempo en el que vivían los más grandes dioses, los que nacieron el mundo, los más primeros. Dicen los más viejos de nuestros viejos que esos primeros dioses eran siete y que cada uno era dos. Dicen los más ancianos de los nuestros ancianos que "siete" es como los más antiguos numeran a los todos, y que el uno siempre es dos para poder caminarse. Por eso cuentan que los más primeros dioses eran dos cada uno y eran siete veces. Y estos más grandes dioses nos se nacieron sabedores y grandes. Pequeños eran y no mucho sabían. Pero eso sí, mucho hablaban y se hablaban. Puro palabrerío eran estos primeros dioses. Mucho se hablaban todos al mismo tiempo y nada se entendían unos a los otros.

Aunque mucho hablaban estos dioses, poco sabían. Pero, ¡a saber cómo o por qué!, hubo un momento en que todos se quedaron callados al mismo tiempo. Habló entonces uno de ellos y dijo y se dijo que era bueno que cuando uno hablara los otros no hablaran y así el uno que hablaba podía escucharse y los otros que no hablaban podían escucharlo y que lo que había que hacer es hablar por turnos. Los siete que son dos en uno estuvieron de acuerdo. Y dicen los más viejos de nuestros viejos que ése fue el primer acuerdo de la historia, el de no sólo hablar sino también escuchar.

Miraron los dioses los rincones de esa madrugada en que todavía no había ni día ni noche ni mundo ni hombres ni mujeres ni animales ni cosas. Miraron y se dieron cuenta de que todos los pedacitos de esa madrugada hablaban verdades y que uno solo no podía escuchar todos los rincones, así que se dividieron el trabajo de escuchar a la madrugada y así pudieron aprender todo lo que el mundo de entonces, que no era mundo todavía, tenía para enseñarles.

Y así vieron los más primero dioses que el uno es necesario, que es necesario para aprender y para trabajar y para vivir y para amar. Pero vieron también que el uno no es suficiente. Vieron que se necesitan los todos y sólo los todos son suficientes para echar a andar al mundo. Y así fue como se hicieron buenos sabedores los primeros dioses, los más grandes, los que nacieron el mundo. Se supieron hablar y escuchar los dioses estos. Y sabedores eran. No porque supieran muchas cosas o porque supieran mucho de una cosa, sino porque se entendieron que el uno y los todos son necesarios y suficientes.

Se va el viejo Antonio. Yo quedé esperando. Esperando como de por sí se espera al mar y al trigo, es decir, sabiendo que llegarán... porque no se han ido.

Vale. Salud y no olviden Acteal. La memoria es la raíz de la sabiduría.

Desde las montañas del sureste mexicano

Subcomandante Insurgente Marcos

México, diciembre de 1998

PD de supercartelera: ¡Ya viene! (¿O se viene?) ¡No se lo pierda! ¡El éxito de fin de siglo! ¡Una joya del sexagésimo noveno arte! ¿Qué de qué se trata? Pues nada más y nada menos que de... ¡Un videoclic! ¡Sííí! ¡Filmado totalmente en las montañas del sureste mexicano! ¡Efectos especiales de pésima calidad! ¡Un gran reparto! ¡No aparecen ni Sharon Stone ni Leonardo Di Caprio ni Gwyneth Paltrow ni Robert de Niro ni Meg Ryan ni Al Pacino ni Julia Roberts ni Brad Pitt ni Susan Sarandon ni Edward James Olmos ni Marisol Padilla ni Gene Hackman ni Demi Moore ni Bruce Willis ni Jennifer López ni John Travolta ni etcétera! ¡Tampoco los hermanos Almohada y mucho menos los Bichir! ¿Brigitte Bardot y Alain Delon? ¡Nones! (Sí, ya sé que me faltan muchas y muchos, pero se me acaban la posdata y la tinta). (By the way, ¿ya averiguaron aquello de "SupArcher, líder de los gorgonites"?) ¡Ni un solo extra! ¡Puras estrellas! ¡Desconocidas sí, pero estrellas! ¡No, ninguna ha ganado premio alguno! ¡Ni siquiera en las rifas de barrio! ¡No apto para coeficientes intelectuales menores de 0.1! (Ni modos. Ni Rabasa ni Orive ni Albores lo van a poder ver.) ¡Clasificado X a la X potencia! ¡Prohibido por el supremo! (Parece que ninguno es apto.) ¡No se lo pierda! ¡Nunca lo verá en la Muestra! ¡Jis y Trino lo recomiendan antes de, después de o en lugar de! ¡Oliver Stone se negó a dirigirlo! ¡Fellini se murió de ganas!

¡Por fin! ¡El único! (Afortunadamente.)

¡El videoclic que todos (des)esperaban!:

El Sup-Speedy y la Consulta

Primera parte

Exija que venga incluido el video de la quinta Declaración de la Selva Lacandona. (No sé si lo vayamos a incluir pero usted como quiera exíjalo.)

Una superproducción patrocinada por Producción Musicales Piratas La Mar ("Un mar de melodías"), Videos Corsarios El carpintero de papel (Diga ¡sííí! a la piratería) y Huaraches Yepa Yepa (el único huarache glo-ba-li-za-do).

(Nota: ninguna de esas empresas está en la lista de Fobaproa o como se vaya a llamar ahora que el PAN de Calderón nos va a querer convencer que hizo lo que hizo porque pensó en todos los mexicanos y en "el bienestar de su familia".)

¡Pídalo con el distribuidor pirata más cercano a su corazón!

PD otra: Previniendo que tengamos un montón de pedidos del mentado video éste, claro les digo que todavía no hemos hecho nada. Es más, no tenemos ni idea de cómo hacerlo. Pero, ¿a poco no sería bueno?

PD para los 3 mil del encuentro: ¿Se acuerdan de lo de "Bombas, bomberos y bombillas"? Bueno, pues esa producción ya entró en, como dicen, lo "premoderno". Esto que no hemos hecho es mucho mejor. (Tal vez porque no lo hemos hecho.)

PD otra de la otra: ¡No se achicopalen! ¡Ya se nos ocurrirá algo!

Vale de replay. Salud y no, no sé cuándo va a estar listo el video.

El Sup pensando que el recorder de la cámara de video es algo así como "recordar"