Ejército Zapatista de Liberación Nacional

A: Los indígenas presos injustamente en la cárcel de Cerro Hueco.

Chiapas, México.

De: CCRI-CG del EZLN

Hermanos:

Nuestros jefes indígenas del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, me han pedido que les escriba estas letras para decirles que hemos conocido ya lo injusto de su situación y lo justo de su lucha. La huelga de hambre que ustedes y sus familiares están realizando desde hace más de tres semanas, es una valerosa actitud para demandar y exigir lo que es de justicia verdadera, su libertad.

Nos preocupa que el mal gobierno siga sordo a las justas demandas de los que se encuentran privados, con mañas y mentiras, de su libertad. Pero más nos preocupa que se hayan visto ustedes obligados a la huelga de hambre para demandar justicia. Si el gobierno no escucha a hombres y mujeres que se dejan morir para decir que no están dispuestos a vivir esclavizados, entonces menos escuchará las movilizaciones pacíficas y los reclamos que por vías legales puedan hacer los indígenas. Negándose a resolver su problema, el gobierno del estado de Chiapas nos manda a nosotros una clara señal de guerra. Con esta sordera, el gobierno estatal nos dice que debemos seguir armados y rebeldes, porque nada se resuelve por las vías pacíficas y legales.

¿Cómo es posible que quien dice gobernar estas tierras permanezca impasible, mientras hombres y mujeres de morena sangre se dejan morir para exigir la vida? La soberbia y la prepotencia del mal gobierno nos sigue tratando como animales que estorban sus planes egoístas. Mediante la persecución, el encarcelamiento, la tortura y el asesinato, el gobierno fabrica culpables de entre los indígenas inocentes. Mientras, los grandes criminales y ladrones compran justicia a su beneficio y corrompen jueces, policías, secretarios y subsecretarios de gobierno. Si en lugar de anunciar obras que no existen y hacer declaraciones huecas y pusilánimes por el diálogo y la paz, el señor Ruiz Ferro se dedicara a hacer justicia verdadera entre los desfavorecidos, mejor sería el panorama de este estado de corazón indígena.

El CCRI-CG del EZLN manifiesta su solidaridad con ustedes y con todos los demás hermanos encarcelados injustamente en todo el país. Exigimos a las autoridades estatales que se dejen de tirar dinero en los medios de comunicación para que se diga que hacen algo por el pueblo chiapaneco, y que mejor atiendan pronto la liberación de los huelguistas de hambre en el penal de Cerro Hueco, y de los otros presos injustamente en todo el país.

En Chiapas, y en todo México, el gobierno llena las cárceles de gente pobre y humilde. En todo México, y en Chiapas, los criminales ricos siguen libres e, incluso, ocupan cargos gubernamentales. Esta no es la paz que queremos. Para que todo siga igual, mejor seguir rebeldes y armados. Todo nos repite, en los hechos, que la lucha pacífica es inútil y estéril. ¿Cómo pedirnos entonces que transitemos a la paz, si esa paz sigue siendo humillación y muerte?

Estamos atentos a su lucha, hermanos. La respuesta que reciban será también para nosotros. Si los dejan morir o no les resuelven con justicia, entonces sigue estando lejos la paz que queremos. Si les reconocen su derecho a vivir en libertad, entonces nosotros aprenderemos que el mañana puede estar más cerca.

Hermanos indígenas:

Presos en la montaña o presos en Cerro Hueco, somos los mismos. Unos y otros queremos democracia, libertad y justicia.

Nosotros luchamos con armas, ustedes luchan con medios pacíficos.

Que el que gobierna responda cuál es el camino para en México luchar por los derechos de todo ser humano.

¡Salud hermanos indígenas de Cerro Hueco! No se rindan, en las montañas del sureste mexicano miles de indígenas compartimos con ustedes la huelga de hambre nacional en demanda de...

¡Democracia!

¡Libertad!

¡Justicia!

Desde las montañas del Sureste Mexicano

Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General

del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Subcomandante Insurgente Marcos

México, 23 de octubre de 1996