22 de octubre de 1995

A los presos políticos del Sindicato de Ruta 100, Sutaur-100:

Hermanos:

Hemos conocido que nuestra palabra llegó hasta ustedes y que encontró un lugar en su dolor para que nuestro dolor ayudara un poco y un poco aliviara. No olvidamos nosotros su sufrimiento ni su firmeza para mantenerse en sus principios. Son ustedes un ejemplo para todos y un honor el que nos permitan llamarlos hermanos. Ahora sólo podemos hacerles llegar nuestro aliento, pues nuestra pobreza impide que podamos aliviar un poco su difícil situación. Agradecemos que, a pesar de habladurías y malas orientaciones, siga entre nosotros la comunicación que debe haber entre hermanos de lucha.

Dentro de nuestras limitaciones haremos todo lo posible por socorrerlos, no duden en solicitarnos apoyo. No lo escatimaremos.

Vale, hermanos presos de Sutaur-100. Salud y que la cárcel no logre aprisionar la gana de luchar.

Desde las montañas del Sureste mexicano

Subcomandante Insurgente Marcos